¿EN QUÉ CONSISTE?
Las curas simples las realizan los responsables de la unidad de enfermería, los cuales están preparados para tratar la mayoría de las heridas.
El personal sanitario se encarga de limpiar y tratar la herida para favorecer su cicatrización, prevenir la aparición de infecciones, además de valorar el bienestar del paciente y el proceso de curación.
Hay diversos tipos de heridas, entre las que se encuentran úlceras cutáneas, quemaduras, heridas quirúrgicas, etc. Las curas también contemplan la retirada de puntos y/o grapas tras una intervención quirúrgica.
Durante el proceso de curación, el técnico sanitario informa al paciente del procedimiento que va a utilizar para la curación de la herida, tras utilizar los medios para la asepsia adecuada y colocar al paciente en la posición más accesible a la zona a tratar, inicia la cura poniendo o cambiando las gasas esterilizadas utilizando para ello, en caso necesario, suero fisiológico. Posteriormente, y dependiendo del tipo de herida, trata la zona con todos los medios técnicos y farmacológicos que tiene a su disposición y que dicha herida requiere.
En caso de que el sanitario advierta algún cambio de aspecto de la herida como enrojecimiento, aparición de absceso, etc. habría que notificarlo al médico.
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