Publicado por: Ángel Amilibia Hergueta | ISNI: 0000000517782974
¿Chupete sí o no? Esta es la pregunta que se plantean casi todos los padres y madres que acaban de tener a su bebé y que tanta controversia genera entre detractores y partidarios. Como en tantos otros aspectos de la vida, no existe una respuesta tajante sobre si es beneficioso o perjudicial que un bebé use chupete, ya que dependerá del uso que se le dé.
Determinar si chupete sí o chupete no dependerá de qué pese más en tu balanza. Para que tomes una decisión lo más fundamentada posible, te vamos a resumir los pros y los contras que tiene el uso del chupete. Aun así, siempre es recomendable visitar a un pediatra para que te oriente en tu caso particular, tanto en este tema como en cualquier otro relacionado con tu bebé.
La gran ventaja que aporta el chupete a los padres es que consuela al bebé. El hecho de succionar como si fuese el pecho de la madre le ayuda a tranquilizarse o incluso a dormirse. Se trata de un gesto innato y con la ausencia del chupete incluso muchos bebés optan por succionarse el dedo pulgar. Si hay que elegir sobre si es mejor que se aficionen a usar el chupete o el dedo, nos quedamos con el chupete, ya que cuando llegue el día será más fácil de retirarle la costumbre (solo con quitarle el chupete bastará).
Además, varios estudios afirman que ayuda a prevenir el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Especialmente reduce el riesgo de sufrirlo mientras duermen, ya que succionar el chupete provoca un sueño menos profundo.
Las desventajas del chupete llegan solo cuando se le da un mal uso. Durante el primer mes de vida es mejor no ofrecerle el chupete al bebé, ya que puede malacostumbrarse y medir mal a la hora de agarrarse al pecho materno o incluso disminuir el estímulo y el vaciado del pecho. Por mucho que haya chupetes que simulan el tamaño y la textura de un pezón, nunca llegarán a ser iguales que el de la madre.
Tampoco es bueno que los niños y las niñas usen el chupete pasados los 3 años, siendo los 12 meses la edad ideal para dejarlo. Antes de llegar a los 36 meses suele desaparecer la necesidad de succionar de forma natural pero si no ocurre, habrá que actuar. En ese caso es recomendable encontrar otra forma de consuelo (por ejemplo un juguete) y usar solo el chupete cuando lo pida.
Si pasada esa edad se sigue abusando del uso del chupete pueden aparecer deformaciones en la boca y en los dientes. Además, también tienen más probabilidades de sufrir dificultades en el habla, concretamente para pronunciar ciertos sonidos o palabras. Incluso se ha señalado que el uso prolongado del chupete favorece la aparición de otitis media.
En conclusión, el chupete ofrece beneficios muy interesantes y los inconvenientes llegan si se le da demasiado pronto al bebé o durante mucho tiempo. Con un uso adecuado, no hay por qué sufrir.