Publicado por: Ángel Amilibia Hergueta | ISNI: 0000000517782974
TAC, resonancia magnética o radiografía son pruebas que más o menos hemos oído alguna vez y que asociamos con la obtención de imágenes del interior de nuestro cuerpo. Esta vaga definición es totalmente correcta aunque ¿por qué el médico te manda hacer una u otra?
A continuación te explicamos en qué consisten las tres pruebas y las diferenciamos.
Una Tomografía Axial Computarizada (TAC) es una prueba que se realiza mediante un escáner que libera rayos X desde distintos ángulos. Gracias a un ordenador, las imágenes obtenidas se ensamblan, haciendo que el área sea más fácil de analizar.
La radiación usada suele generar imágenes muy útiles para las lesiones óseas, hemorragias, tumores o calcificaciones, entre muchas otras cosas.
Es posible que el médico haga uso de un tinte llamado contraste que se inyecta en las venas para poder observar mejor el área en la que se realizará el TAC.
Por lo general, un TAC dura unos 20 minutos y en TuMédico lo puedes encontrar a partir de 84€. Aquí te resolvemos otras preguntas sobre la prueba, como sus riesgos o sus tipologías.
Una resonancia magnética obtiene imágenes del interior del cuerpo gracias a un campo magnético, imanes y ondas de radio. Así pues, la primera diferencia que encontramos es la forma en la que se consiguen las imágenes.
Es una prueba muy usada para estudiar los problemas de columna y articulaciones, así como para ver pequeños desgarros musculares o anomalías en el corazón.
Igual que con el TAC, es posible que se use el contraste. Otra similitud con la otra prueba es la forma de realizarse, ya que se deberá estar estirado en una cama estrecha dentro de una máquina lo más quieto posible. Será importante no entrar con ninguna pieza de metal y en caso de llevar marcapasos, clavos, grapas o algún objeto que no se pueda retirar fácilmente, hay que informar al especialista. También es común en algunos TAC y resonancias magnéticas que se acuda con un ayuno de unas 6 horas.
Una resonancia magnética puede durar entre 20 y 45 minutos y suelen encontrarse por alrededor de 100 euros. Para conocer más respuestas sobre la prueba, pulsa aquí.
Por último, una radiografía es muy parecida a un TAC, ya que también hace uso de la radiación, pero en este caso solo usa un único haz de rayos X. Así pues, las imágenes son menos precisas que en un TAC, aunque en muchas ocasiones son suficiente para diagnosticar cierto tipo de lesiones, sobre todo las relacionadas con los huesos.
Es una prueba que no requiere ningún tipo de preparación especial, aunque se pedirá que se quite cualquier objeto de metal del cuerpo. El paciente puede hacer la prueba de pie o estirado.
La radiografía dura entre 5 y 10 minutos y en TuMédico la encontrarás a un precio de unos 9 euros, el más barato del mercado.
Evidentemente, también existen muchas otras pruebas para obtener imágenes de tu interior. Por ejemplo, tras una visita al cardiólogo es posible que sea necesario realizar un electrocardiograma o una ecografía Doppler. Será siempre un especialista quien recomendará la mejor prueba para cada caso.
El TAC o escáner es una radiografía especial que permite ver los huesos y fracturas con mayor detalle, así como algunos tumores, daños al sistema circulatorio, entre otros.
La resonancia magnética nuclear (RMN) es una prueba que utiliza imanes (magnetismo) para crear imágenes del interior de nuestro cuerpo, sin usar radiación.
La radiografía es una herramienta diagnóstica fácil y segura. Si has tenido una lesión o accidente y crees que puedes tener un hueso roto, una radiografía puede darte una respuesta. Además, también permite detectar quistes o tumores en la zona analizada.