Publicado por: Ángel Amilibia Hergueta | ISNI: 0000000517782974
En el mundo de la medicina existen muchísimas leyendas urbanas. Por ejemplo, ya te explicamos anteriormente si el líquido preseminal embaraza o no. Sin embargo, hay otras creencias que, aunque puedan parecer una invención, son ciertas.
Es el caso de la relación de la hepatitis y la saliva, ya que es cierto que una de las formas de contagio de la hepatitis B es a través de los besos. Pero, ¿es eso grave?
La hepatitis B es una infección vírica que afecta al hígado. Puede ser crónica o dar lugar a un episodio agudo. Es potencialmente mortal, de manera que resulta importante detectarla a tiempo con una analítica básica de ETS.
Según la OMS, 240 millones de personas tienen infección crónica de hepatitis B y solo el 5% lo sabe, lo cual es peligroso tanto para el paciente como para quienes le rodean. Para prevenir el contagio existe una vacuna con una eficacia del 95%.
La probabilidad de que la hepatitis B pase a ser crónica depende, en gran medida, de la edad. Los niños que se infectan antes de los 6 años son más propensos a sufrir este tipo de infecciones crónicas.
Esta infección se contagia a través de fluidos corporales infectados con el virus de la hepatitis B (VHB), como pueden ser la sangre, el semen, las secreciones vaginales, la orina y la SALIVA. Entre algunas de las formas de transmisión más comunes, encontramos:
La mayoría de los contagiados no tienen ningún síntoma durante la fase de infección aguda. Otras personas pueden tener las siguientes consecuencias:
Una de las peores derivaciones de la hepatitis B es la insuficiencia hepática aguda y crónica, que pueden causar cirrosis o cáncer de hígado.
Además de la hepatitis B, existen otras infecciones que se pueden contagiar a través de la saliva:
Los síntomas de muchas de estas infecciones son parecidos a los de la hepatitis B, así que sin una consulta médica y un análisis será imposible determinar de qué se trata para empezar el tratamiento.