Publicado por: Ángel Amilibia Hergueta | ISNI: 0000000517782974
El análisis de la hormona antimulleriana es una prueba que tiene el objetivo de determinar la cantidad y la calidad de los ovocitos pendientes de madurar que tiene una mujer, es decir, su reserva ovárica. Los resultados servirán para valorar el estado de su fertilidad y calcular la llegada de la menopausia.
A medida que aumenta la edad de una mujer la reserva ovárica disminuye, haciéndose más complicado conseguir un embarazo, tanto de forma natural como a través de reproducción asistida. Especialmente a partir de los 35 años las posibilidades de quedar embarazada son cada vez más bajas.
En este artículo te vamos a recomendar cuándo hacer el análisis de la hormona antimulleriana y cuáles son los valores normales.
La hormona antimulleriana (AMH) es un indicador biológico clave en el estudio de la fertilidad femenina. Esta proteína, producida por las células granulosas de los folículos ováricos, juega un rol crucial en la determinación de la reserva ovárica, es decir, la cantidad de óvulos disponibles que una mujer tiene en sus ovarios.
La AMH permite predecir el potencial reproductivo de una mujer. Niveles adecuados de esta hormona están asociados con una mayor reserva ovárica y, por consiguiente, con mayores posibilidades de concebir.
Los niveles de AMH reflejan directamente el número de folículos antrales y preantrales restantes en los ovarios. Por tanto, cuanto mayor sea el nivel de AMH, mayor será la cantidad estimada de óvulos que una mujer puede producir.
El análisis se efectúa a través de una simple extracción sanguínea. La ventaja distintiva del AMH frente a otros marcadores es que su nivel se mantiene constante y no varía durante el ciclo menstrual, lo que permite realizar la prueba en cualquier momento. Se recomienda su análisis cuando se desea evaluar la capacidad reproductiva o antes de iniciar tratamientos de reproducción asistida.
Esta información brinda a las mujeres herramientas valiosas para comprender mejor su fertilidad y tomar decisiones informadas sobre su salud reproductiva.
El análisis de la hormona antimulleriana se puede realizar en cualquier momento del ciclo menstrual. Es toda una ventaja respecto a otros test de fertilidad, como el análisis de FSH o la analítica de estradiol, aunque en algunos casos también pueden ser necesarios para obtener más información.
Si tu pregunta sobre cuándo hacer un análisis de la hormona antimulleriana se refiere más bien a qué edad deberías realizarlo, hay varias respuestas. Por un lado, es recomendable si tienes menos de 35 años y no consigues quedarte embarazada, ya que servirá para determinar si el problema se encuentra en tu reserva ovárica. Por otro lado, si tienes más de 35 años y estás pensando en tener un hijo, servirá para conocer tus posibilidades. En cualquiera de los dos casos, también será útil para conocer si existe una alternativa de reproducción asistida y cuál es la más adecuada en tu caso.
En mujeres menores de 35 años, los valores normales se encuentran entre los 1.5 y los 4 ng de hormona antimulleriana por cada ml de sangre. Si son inferiores a 1.5 ng/ml, el ginecólogo se encargará de buscar el motivo y te explicará de qué forma puedes conseguir el embarazo. Recuerda que a medida que pasan los años, estos valores serán menores por causas naturales.
La hormona antimulleriana, medida a través de un análisis de sangre, es un indicador vital de tu reserva ovárica. Este dato biomédico proporciona una imagen del número y calidad de óvulos que potencialmente podrías tener. Al entender los resultados, puedes evaluar mejor tu fertilidad y tomar decisiones informadas acerca de tu futuro reproductivo.
Niveles altos
Indican una reserva ovárica amplia, lo cual sugiere una mayor cantidad de óvulos disponibles.
Pueden ser característicos en condiciones como el síndrome del ovario poliquístico (SOP), donde hay muchos folículos pequeños presentes.
Niveles bajos
Suelen señalar una reserva ovárica disminuida, lo que podría traducirse en una ventana fértil más corta.
Es común encontrar valores bajos a medida que la edad avanza, dado que el número de óvulos tiende a reducirse con el tiempo.
La interpretación precisa de estos niveles debe ser realizada por un especialista en fertilidad. Dicha interpretación tiene en cuenta no solo la cifra obtenida del análisis sino también otros factores individuales como la edad, historial médico y metas reproductivas. La claridad sobre tus niveles hormonales te permite explorar opciones proactivamente y, si es necesario, considerar intervenciones como la congelación de óvulos para preservar tu fertilidad futura.
Los niveles de hormona antimulleriana (AMH) se consideran un indicador confiable de la reserva ovárica, pero diversos factores tanto externos como internos pueden afectar su concentración en el organismo. A diferencia de otras hormonas reproductivas, la AMH no presenta fluctuaciones significativas durante el ciclo menstrual, lo que permite realizar análisis en cualquier momento del ciclo sin preocuparse por variaciones ligadas a una fase específica.
Aunque la AMH es relativamente estable, pequeñas variaciones pueden ocurrir debido a cambios fisiológicos naturales.
Síndrome del Ovario Poliquístico (SOP): Esta condición puede elevar los niveles de AMH, ya que las mujeres con SOP suelen tener una mayor cantidad de folículos antrales pequeños, que son la fuente principal de esta hormona.
Endometriosis: En contraste con el SOP, la endometriosis puede estar asociada con niveles más bajos de AMH. Esto podría reflejar una disminución en la cantidad y calidad de los folículos ováricos.
Estas condiciones pueden tener un impacto significativo en la fertilidad y son factor clave en la interpretación de los niveles de AMH. El diagnóstico preciso y una comprensión detallada del estado hormonal son fundamentales para establecer un plan adecuado en caso de buscar tratamientos para la fertilidad o reproducción asistida.
La hormona antimulleriana es muy importante en los tratamientos de reproducción asistida, como la vitrificación de óvulos. Esta hormona nos ayuda a entender cuántos óvulos tiene una mujer y cuál es su calidad, lo cual es fundamental para planificar el mejor tratamiento para lograr un embarazo.
La hormona antimulleriana nos brinda información valiosa que ayuda en diferentes aspectos de los tratamientos de reproducción asistida:
Evaluación de la reserva ovárica: Antes de comenzar cualquier tratamiento, los médicos evalúan la cantidad y calidad de los óvulos mediante la medición de la hormona antimulleriana. Con esta información, se pueden tomar decisiones informadas sobre el procedimiento más adecuado a seguir.
Orientación en vitrificación de óvulos: Para las mujeres que desean preservar su fertilidad para el futuro, como aquellas que postergan la maternidad o están a punto de someterse a tratamientos que podrían afectar su fertilidad, conocer sus niveles de hormona antimulleriana es vital. La vitrificación de óvulos es más exitosa con una reserva ovárica óptima, y los niveles de AMH proporcionan esa información clave.
Personalización del tratamiento: En la fecundación in vitro (FIV), los resultados del análisis de AMH ayudan a personalizar las dosis de medicamentos estimulantes, optimizando así las posibilidades de éxito al recuperar un número adecuado de óvulos maduros.
La hormona antimulleriana no solo nos dice cuántos óvulos potencialmente disponibles tenemos, sino que también nos ayuda a adaptar los tratamientos para tener mejores resultados y minimizar riesgos. Con este conocimiento, las parejas pueden sentirse más seguras y confiadas durante el proceso de reproducción asistida.
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