Publicado por: Ángel Amilibia Hergueta | ISNI: 0000000517782974
“Me cuesta respirar profundo”. “Siento una presión en el pecho”. “Noto que me falta el aire”. “Mis pulmones no se llenan del todo”. “No termino de bostezar bien”.
Estas sensaciones son más comunes de lo que se suele pensar y tienden a asustar. Las causas pueden ser muy variadas, algunas más preocupantes que otras, y la mejor manera de ponerle remedio será acudir a un médico lo más pronto posible y explicarle tus síntomas.
A continuación, te presentaremos las posibles causas que provocan una disnea, que es como se conoce médicamente al ahogo o dificultad para respirar profundo.
Una de las causas de la dificultad para respirar que seguramente te venga en mente en primer momento es la de estar sufriendo un infarto (siempre tendemos a pensar lo peor). En este caso, debería ir acompañado de una opresión en el pecho, mareos y dolor en el brazo o la mandíbula.
También existen otros problemas cardíacos que presentan la disnea como síntoma:
Si tu médico considera que el problema viene de tu corazón, deberás visitar un cardiólogo y realizar las pruebas correspondientes.
Igual que con los problemas cardiacos que provocan dificultades para respirar, las anomalías en las vías respiratorias pueden revestir distintos tipos de gravedad. Entre ellas encontramos:
Para revisar si la disnea se origina por un problema respiratorio será necesaria una visita a neumología. Aunque no son una causa de dificultad para respirar, debes saber que también existen embolias en el corazón y en ese caso provocan ataques cardíacos. La mejor forma de prevenirlas es una visita al cardiólogo.
La ansiedad es una respuesta de nuestro organismo a estímulos que pueden representar un problema. Se acompaña de un sentimiento desagradable, acelera y dificulta la respiración, provoca pinchazos en el pecho y aumenta la sudoración o los mareos, entre otros síntomas.
Si sufres un ataque de pánico, puede confundirse con un infarto, algo que no hace más que aumentar el estrés. Para controlar la ansiedad, es recomendable acudir a un psiquiatra y llevar a cabo las técnicas de relajación y respiración que te explique.
Existen más motivos que pueden provocarte dificultades para respirar profundamente y suelen llegar a ser mucho más comunes que los desarrollados anteriormente. Por ejemplo:
En estos casos, si no existen más síntomas, te recomendamos comentarlo a un médico general para valorar si es necesario realizar alguna prueba y seguir algún tratamiento.
¿Necesitas resolver alguna duda con tu médico y no puedes esperar más? Solicita una visita de medicina general con uno de nuestros profesionales y evita las listas de espera. Determinar cuanto antes cuál es el problema puede evitar que éste vaya a peor.
Si tienes tos crónica, asma, bronquitis u otra enfermedad respiratoria como apnea del sueño, el neumólogo es el especialista en tratar patologías en pulmones, tráquea y bronquios.
Si te cansas más de lo habitual, te falta el aire cuando haces ejercicio, sientes dolor en el pecho, tienes los niveles de colesterol altos o sufres diabetes o hipertensión, es importante visitar al cardiólogo para controlar y evitar posibles enfermedades.
La resonancia magnética nuclear (RMN) es una prueba que utiliza imanes (magnetismo) para crear imágenes del interior de nuestro cuerpo, sin usar radiación.