Publicado por: Ángel Amilibia Hergueta | ISNI: 0000000517782974
La progesterona es la hormona sexual femenina que libera los ovarios, cuya función es preparar el útero para facilitar la fecundación. Durante la gestación también se produce en la placenta y ayuda a que el embarazo transcurra con normalidad. Además, en la lactancia se encarga de preparar las glándulas mamarias aumentando el tamaño de los senos.
Las funciones de la progesterona son fundamentales para una correcta menstruación y embarazo, de manera que tener unos niveles bajos de esta hormona puede provocar complicaciones. Por eso es recomendable realizarse los análisis de progesterona correspondientes. A continuación os explicamos los motivos por los que se podría tener esta hormona baja, las consecuencias y qué maneras de prevenir y curar existen.
Existen causas muy variadas que pueden provocar unos niveles de progesterona más bajos de lo normal:
Hay muchos síntomas, dependiendo de la gravedad, que pueden significar una falta de la hormona progesterona:
Los niveles normales de progesterona varían según la fase del ciclo menstrual. Hasta la ovulación, la cantidad de progesterona es de 1,5 nanogramos por cada mililitro de sangre. Aproximadamente 7 días después de la ovulación, los valores de progesterona aumentan hasta 10 nanogramos por mililitro. Durante el embarazo, los niveles deben ser iguales o superiores a los de postovulación. Un nivel por debajo de estos valores se consideraría bajo.
Una primera ayuda para recuperar unos valores normales de la hormona progesterona es cambiar de hábitos. Por un lado, es necesario manejar el estrés. Realizar ejercicios suaves, hacer clases de yoga o medicación y autocontrolar los nervios son unos recursos útiles.
Por otro lado, hay que tener muy en cuenta la dieta. Es recomendable evitar las carnes rojas, embutidos y lácteos por el motivo que te hemos descrito en el apartado de las causas, así como el café y otras bebidas con cafeína que favorecen el nerviosismo. Entre los alimentos recomendables encontramos aquellos ricos en fibra, en omega 3, en omega 6, en magnesio y en vitaminas del grupo B. Estos serían cereales integrales, frutos secos, semillas, legumbres, pescado, frutas, verduras, algas o semillas de sésamo, por ejemplo.
Las plantas medicinales que contienen fitoestrógenos también son un remedio a tener en cuenta. Entre ellas están el ñame silvestre, las hojas de diente de león, el trébol rojo, el ginseng, el dong quai o el sauzgatillo.
Además de los remedios naturales existen los farmacológicos, que deben recetar los médicos. Normalmente se trata de formas sintéticas de progesterona para aumentar su secreción.
Para concluir, recordamos la importancia de tener unos correctos niveles de progesterona tanto para el embarazo como en la menstruación para evitar problemas de todo tipo. Si se presenta alguno de los síntomas explicados anteriormente, se debería acudir a un médico y realizar los análisis de progesterona correspondientes.
La progesterona es una hormona muy importante antes y durante el embarazo. Una alteración en los niveles de esta hormona podría ser indicio de cáncer ovárico o aumentar el riesgo de aborto.