Publicado por: Ángel Amilibia Hergueta | ISNI: 0000000517782974
El bruxismo es un trastorno que se produce cuando una persona tiende a apretar o rechinar dientes de forma inconsciente. Lo puede hacer tanto de día como de noche y cuando es bruxismo nocturno, resulta más complicado de detectar y corregir porque la persona suele estar dormida cuando ocurre. En ocasiones el rechinamiento de dientes puede llegar a molestar el sueño de los que están cerca.
El estrés suele ser la principal causa de bruxismo pero también los malos hábitos a la hora de dormir o una alteración dentaria como, por ejemplo, una alineación inadecuada de los dientes. Pero también fumar, beber alcohol y/o tomar café.
Los síntomas de bruxismo que deben ser signos determinantes para acudir al médico son el dolor de dientes, cuello, cabeza, oídos y/o mandíbula (producto de la tensión acumulada al presionar los dientes), así como trastornos en la sensibilidad dentaria (al frío, calor, dulces), infección de oídos, insomnio, tensión o dificultad para abrir la boca o comer, etc.
Cuando se detectan algunos de estos síntomas hay que acudir al médico de medicina general o al odontólogo para que con una simple revisión o tras la realización de alguna prueba como radiografía dental, ortopantografía pueda descartar o diagnosticar bruxismo.
Una vez realizado el diagnóstico, el especialista puede realizar tratamientos con el objetivo de reducir el dolor y el rechinamiento; y prevenir complicaciones por el daño que se puede producir en los dientes.
El tratamiento más habitual para el bruxismo es la colocación de una Férula de Descarga para reeducar los músculos y que no se tensionen ni provoquen la presión y el rechinar de los dientes. La férula, es una funda de plástico trasparente que se coloca en una de las dos líneas o arcadas dentales para evitar que se produzca el desgaste entre las dos líneas dentales. También consigue relajar los músculos y colocar la articulación mandibular en la posición correcta.
Los ejercicios fisioterapéuticos, realizados de forma habitual, también pueden ayudar a que los músculos y articulaciones de la mandíbula vuelvan a su posición natural mediante un masaje en el cuello, hombro y cara intentando detectar los nódulos causantes del dolor.
La presión que se ejerce al apretar los dientes, si no se trata a tiempo, puede llegar a provocar problemas en la articulación temporomandibular (ATM).
Además, para acompañar esos tratamientos del bruxismo es necesario mantener una correcta higiene bucal. Es muy recomendable realizar una limpieza dental de forma periódica para eliminar las bacterias que se depositan en los lugares más escondidos de la boca.