Publicado por: Ángel Amilibia Hergueta | ISNI: 0000000517782974
Que la tripa se ponga dura en el embarazo es algo que puede inquietar, pero es totalmente normal. Sucede por las contracciones uterinas esporádicas llamadas Braxton Hicks, que comienzan desde el principio de la gestación, aunque es posible que no se noten hasta más adelante. Incluso algunas mujeres no las sienten en todo el embarazo.
Concretamente, se siente que el útero y la parte inferior del abdomen se contraen para después relajarse. En pocas ocasiones es algo doloroso, aunque sí incómodo, y pueden ocurrir en cualquier momento, siendo más comunes por la noche, al realizar ejercicio, al practicar relaciones sexuales, al estar deshidratada y al tener la vejiga llena.
Si todavía no estás cerca de la semana 37 del embarazo y notas la barriga dura, acude al ginecólogo o ginecóloga sin dudarlo. Será el especialista quien determine si el embarazo sigue su curso con normalidad.
Todas las vísceras de nuestro cuerpo están preparadas para expulsar su contenido. Por ejemplo, el corazón despide la sangre y la vejiga, la orina. En el caso del útero, expulsa la sangre y, cuando se produce el embarazo, intenta hacer lo mismo con el embrión. Gracias a una hormona llamada progesterona, esto no suele ocurrir. Sin embargo, si la progesterona es baja y el útero “gana” al embrión, es cuando se producen las pérdidas de sangre y los abortos prematuros. Por ello es tan importante un análisis de progesterona al principio de la gestación.
Esa actividad del útero contrayéndose es la que provoca que la tripa se ponga dura desde un principio del embarazo, sobre todo a partir de la sexta semana. Aun así, la mayoría de mujeres no suelen sentir las contracciones Braxton Hicks hasta más adelante.
A partir de la semana 20 de embarazo, notarse la panza dura es algo más habitual. Las contracciones ayudan a colocar y adaptar correctamente al feto en la barriga preparándolo para el parto, así que solo habría que preocuparse si hubiera una anomalía, como sangrados o dolores intensos.
En la visita y ecografía que se realiza en el ecuador del embarazo, la más completa de todas, además de conocer el sexo del bebé, servirá para poder resolver cualquier tipo de duda. Si es tu caso, puedes aprovechar para preguntar sobre la tripa dura.
En la recta final del embarazo, tener la tripa dura por las contracciones Braxton Hicks puede hacer creer que se trata de las contracciones de parto verdaderas. Para diferenciarlas, debes saber que las Braxton Hicks no aumentan de manera constante su intensidad ni se dan cada vez más cerca unas de otras. En caso de tener una hemorragia de sangre (no solo unas gotas), se rompe la bolsa de aguas, tienes contracciones cada cinco minutos o menos y notas un dolor fuerte, deberás acudir al hospital o clínica de maternidad ya que, seguramente, el bebé estará a punto de salir.