Publicado por: Ángel Amilibia Hergueta | ISNI: 0000000517782974
Vomitar bilis es una experiencia bastante desagradable. Nos referimos a ese tipo de vómito amarillo de sabor muy amargo que, generalmente, relacionamos con que el hecho de vomitar teniendo el estómago vacío.
Existen varias causas que provocan los vómitos biliares, aunque en muchos casos se trata de un síntoma de una enfermedad gastrointestinal que no debemos pasar por alto. Si vomitas bilis amarilla y no sabes por qué, deberás realizar una visita a un digestólogo y, si el especialista lo cree conveniente, será necesario un análisis del perfil hepático para encontrar alteraciones en el hígado (órgano donde se produce la bilis).
La bilis es una sustancia líquida y amarillenta compuesta por agua, colesterol, bilirrubina, lecitina, sales biliares e iones de bicarbonato. Se produce en el hígado y ayuda a disolver las grasas de aquello que ingerimos para facilitar la digestión dentro del duodeno.
Para que la bilis salga del duodeno, llegue al estómago y la expulsemos, se tiene que abrir la válvula pilórica, algo provocado por las siguientes condiciones.
En muchas ocasiones vomitamos bilis cuando los espasmos no cesan y tenemos el estómago vacío, tanto porque no hemos comido nada en las últimas horas como porque ya lo hemos vomitado todo recientemente. Por ejemplo, es algo frecuente en el embarazo. Pero también es posible que las causas sean otras:
Un estreñimiento, una hernia, una enfermedad inflamatoria del intestino o un tumor son causas que pueden provocar obstrucción intestinal acompañada de vómitos de bilis amarilla y un fuerte dolor abdominal.
Si tienes una obstrucción intestinal deberás consultar al médico con rapidez para recibir un diagnóstico y ponerle solución antes de provocar más complicaciones. También es algo común en niños pequeños y bebés, así que una visita al pediatra será tu mejor solución.
Cuando tomamos demasiado alcohol y el organismo no lo tolera o no lo absorbe, es posible que lo vomitemos junto a la bilis. Es una forma que tiene el cuerpo de “desinfectarse”. Aunque ya hayan pasado unas horas de la ingesta de bebidas alcohólicas puedes vomitar bilis de resaca, ya que el alcohol permanece mucho tiempo en el sistema antes de ser digerido.
Cuando se ingiere un alimento en mal estado, el organismo reacciona de forma parecida como con el alcohol y genera náuseas y vómitos biliares para expulsarlo. Suelen ir acompañados de otros síntomas como diarrea, cólicos abdominales o fiebre, apareciendo entre 2 y 6 horas después de la intoxicación.
Causada por un virus, una bacteria o un parásito, la gastroenteritis es una de las enfermedades más comunes en España. Entre síntomas como dolores abdominales, diarreas o fiebre también están las náuseas y los vómitos. Cuando se repiten constantemente y el estómago está vacío aparece la bilis amarilla en los vómitos.
El reflujo biliar se caracteriza porque la bilis retrocede por el estómago y sube hasta la boca, muchas veces acompañando el reflujo ácido. Esto provoca ardor, dolores de pecho, náuseas y vómitos en los que aparece la bilis y ese sabor amargo tan odiado.
La extirpación de vesícula es una operación bastante común en personas que sufren digestiones muy pesadas o con dolores de barriga intensos. Tras esa intervención pueden ocurrir efectos secundarios como el vómito de bilis.
El Síndrome de vómitos cíclicos es una enfermedad frecuente en niños pero que puede aparecer en todas las edades y que causa períodos de vómitos constantes. Suelen producirse varias veces por hora durante horas o días, pero duran menos de una semana. Como el estómago se queda vacío, la válvula pilórica se abre y libera la bilis.
Si tu médico sospecha que existe alguna alteración en tu hígado y necesita detallar el diagnóstico, un perfil hepático le ayudará a conocer cuál es el origen de la irregularidad y actuar de forma correcta.
Si has notado molestias abdominales y no sabes cuál es su causa, un digestólogo puede ayudarte a diagnosticar el problema y ponerle solución de forma eficaz. Una visita con este especialista te permitirá ganar en salud intestinal y calidad de vida.
Visitar al pediatra es la mejor opción para cuidar de la salud de tus hijos. Si has detectado alguna anomalía física o de comportamiento, acude a uno de nuestros mejores pediatras.