La radiografía es una herramienta diagnóstica fácil y segura. Si has tenido una lesión o accidente y el tórax podría estar afectado, con una radiografía de esta zona, un médico podrá determinar si existe algún traumatismo que precise tratamiento.
A continuación te mostramos las ciudades en dónde puedes realizar el servicio de Radiografía de tórax.
Top ciudades más importantes:
Con la radiografía se obtiene una imagen de la zona anatómica que se irradia y de los órganos internos de la misma. La radiación penetra por esa zona del cuerpo y se imprime en una placa fotográfica. Las placas se impresionan con más o menos intensidad ya que cada parte permite pasar diferentes cantidades de radiación. Podemos obtener una imagen de los órganos (corazón, riñones, pulmones, etc.) y tejidos (huesos, quistes, etc.).
El radiólogo, que conoce la imagen que resulta en condiciones normales, puede estudiar la radiografía e identificar aquellas características anómalas que ayuden al diagnóstico (quistes, tumores, roturas de los huesos, etc.).
La radiografía es una técnica diagnóstica rápida, segura y de fácil realización. Para realizarla el paciente debe colocarse entre la fuente que emite la radiación y la placa fotográfica. Tendrá que estar de pie o tumbado en función de la zona a radiografiar.
En general, se pide al paciente que se coloque en diferentes posturas –de frente, de perfil, oblicuas– de la zona anatómica a estudiar.
Si la radiografía es de tórax, para conseguir una imagen más nítida, el paciente debe inspirar y mantener la respiración para hinchar el máximo los pulmones.
El médico especialista (radiólogo) revisará las imágenes y elaborará el informe radiológico que se entrega al paciente para que lo lleve al médico que le ha solicitado su realización.
Preparación antes de la prueba
Riesgos de la prueba
La radiografía no es dolorosa pero la irradiación es nociva, por lo que conviene limitar su uso a los casos en los que está realmente justificado.
Las embarazadas no deben realizarse radiografías.
Buena atención y rapidez.
Si has notado que la salud de tus huesos ya no es como la de hace unos años, podría existir una irregularidad en la densidad de calcio en tus huesos. Con la densitometría ósea, podrás detectar si existe algún problema que pueda derivar en osteoporosis en el futuro.
Un TAC cerebral consigue imágenes del cerebro, el cráneo, los senos paranasales y las cuencas u órbitas de los ojos con el objetivo de diagnosticar si existe algún problema en la cabeza de una persona.
Si te duele la parte baja de la columna o tienes alguna anomalía, un TAC lumbar permitirá estudiar la zona mediante imágenes hechas con rayos X y diagnosticar el origen del problema.
¿Crees que tienes algún problema en tus dientes o tu mandíbula? Con una ortopantomografía podrás detectar si existe alguna lesión, fractura u otras patologías derivadas del aparato bucodental.