Tratamientos en Consulta
La reumatología estudia las enfermedades que afectan a las articulaciones y los tejidos que la rodean y que, como consecuencia, causan dolor y limitación del movimiento. Si la articulación está inflamada, se conoce como artritis mientras que, si se trata de los tejidos que rodean la articulación, dependerá de cada tejido.
Así por ejemplo, la alteración de las bursas se conoce como bursitis; la de los tendones, tendinitis; la de los ligamentos, entesitis; la de los músculos, miositis; los vasos arteriales, vasculitis, y los nervios, neuritis.
En la actualidad, se han descrito más de 250 enfermedades diferentes que tienen como síntoma básico la inflamación de las articulaciones. Cada una de ellas tiene un pronóstico, evolución y tratamiento diferentes.
Algunas de las enfermedades reumáticas más comunes son:
- La Gota. Se produce por la elevación del ácido úrico en la sangre y su posterior depósito en las articulaciones.
- La Fiebre Reumática. Se asocia a la infección en la garganta por estreptococo beta hemolítico.
- La Artritis Reumatoide. Es una enfermedad inflamatoria que puede ocasionar incapacidad y gran limitación. El diagnóstico prematuro es fundamental para intentar frenar y minimizar su evolución y secuelas.
- La Artrosis. Existe un desgaste progresivo de las articulaciones por el paso del tiempo.
- El Lupus Eritematoso Sistémico. Ocasiona alteraciones cutáneas, produce artritis y también puede afectar a los riñones o la sangre y causar nefritis o una anemia autodestructiva.
El diagnóstico se efectúa en base a la historia clínica del paciente y a las pruebas realizadas, sin que exista un tipo de prueba específica para esta especialidad.
Fundamentalmente, son las analíticas las que aportan datos necesarios y útiles en los pacientes con enfermedades reumáticas:
- Velocidad de sedimentación globular (v.s.g.). Mide la cantidad de inflamación o infección presente. Es útil para determinar la evolución de una enfermedad reumática.
- Hematocrito y hemoglobina. Recuento de glóbulos rojos. Cuando disminuyen, existe anemia y puede ser debida a la falta de hierro, pero también a una inflamación.
- Recuento de leucocitos. Los leucocitos o glóbulos blancos ayudan a combatir una infección. En general, el número de leucocitos aumentan en las infecciones y algunas enfermedades inflamatorias.
- Recuento plaquetario. Las plaquetas ayudan a la coagulación de la sangre. Si el número de plaquetas es demasiado bajo, ya sea por la propia enfermedad, ya sea como reacción a un fármaco, existe la posibilidad de que se produzca un problema hemorrágico.
- Proteína-C reactiva (PCR). También mide la cantidad de inflamación presente. Los niveles de PCR responden más rápidamente a los cambios de la cantidad de inflamación que la velocidad de sedimentación.
- Antiestreptolisinas (ASLO). Valora la existencia de infección por estreptococo.
- Test Waaler Rose y Latex. Para diagnosticar la artritis rematoidea.
- Anticuerpos antinucleares (ANA). Para la detección de enfermedades autoinmunes.
- Anticuerpos antipéptido cíclico citrulinado (anti-pcc). Permite diagnosticar la artritits reumatoidea en las primeras fases de la enfermedad, lo que es fundamental para iniciar cuanto antes el tratamiento e intentar minimizar las consecuencias.
- HLA-B27. Se utiliza para confirmar la sospecha de espondilitis anquilosante, síndrome de Reiter y artritis psoriásica.
Además de estas pruebas existen otras más específicas. Si tiene alguna, acuda a una visita con su reumatólogo.