Publicado por: Ángel Amilibia Hergueta | ISNI: 0000000517782974
Los 9 meses de embarazo son una experiencia única y especial para cualquier mujer. Desde el momento en que una pareja descubre que espera un bebé, su vida cambia por completo e, irremediablemente, también lo hace el cuerpo de la futura mamá.
En este post te explicamos qué puedes hacer para cuidarte durante el embarazo si tu objetivo es mantener un cuerpo saludable por dentro y por fuera.
Durante el embarazo es necesario hacer revisiones ginecológicas de control para cerciorarse de que el bebé y la mamá avanzan en la buena dirección. El obstetra, ginecólogo especialista en embarazo, es el profesional médico responsable de hacer este seguimiento.
Se recomienda hacer revisiones ginecológicas una vez al mes. En las últimas semanas de embarazo, la periodicidad suele ser mayor.
Para llevar un control riguroso del embarazo, los obstetras realizan una ecografía transvaginal o una ecografía abdominal en cada revisión, así como un análisis de sangre en cada trimestre. Si la mamá lo desea, también puede complementar estas revisiones con una ecografía 4D, que permite ver la carita del bebé con más precisión y nitidez.
Algunos de los aspectos que se controlan en las revisiones ginecológicas son el correcto desarrollo del feto, la ausencia de malformaciones o alteraciones genéticas, el aumento de peso de la mamá, su factor RH, el riesgo de toxoplasmosis o la posible fecha del parto.
Durante el embarazo, como consecuencia de las alteraciones hormonales, es habitual que la piel no presente las mismas características que antes de la concepción.
Las alteraciones más comunes son las estrías, las varices, las manchas, el acné o la hiperpigmentación.
Para cuidar la piel durante la gestación, es importante hidratarla todos los días para conservar su elasticidad. Asimismo, y debido a su mayor sensibilidad, es indispensable usar protección solar de alto espectro.
Si hemos experimentado cambios importantes en la calidad de nuestra piel, podemos acudir a un dermatólogo para que nos informe sobre los cuidados específicos que requiere nuestra dermis.
Para garantizar un buen desarrollo del bebé, es imprescindible que la futura mamá cuide su alimentación. Para seguir una dieta óptima, la embarazada debe introducir en sus menús todos los grupos alimentarios: cereales integrales, fruta, verdura, lácteos, carne, pescado, huevos y legumbres.
Sin embargo, existen algunos tipos de pescado como el pez espada o el atún rojo que no se recomiendan durante este periodo.
El alcohol y el tabaco deben eliminarse por completo de la dieta de una embarazada. Asimismo, tampoco se recomienda abusar del café ni de la sal. También deberemos tener mayor precaución con los alimentos crudos o poco cocinados.
Para asegurarnos de que nuestra dieta es la más idónea, la opción más adecuada es contactar con un dietista-nutricionista profesional.
El suelo pélvico o periné representa un músculo esencial para la salud de la mujer, ya que es el responsable de sostener toda la musculatura pélvica. El embarazo y el parto son dos factores de riesgo para la salud del suelo pélvico, por lo que es muy importante trabajarlo antes y durante la gestación.
No trabajar el suelo pélvico puede derivar en incontinencia urinaria, dolores menstruales, incomodidad en las relaciones sexuales o estreñimiento. En el peor de los casos, también puede originar prolapsos genitales.
Para prevenir el deterioro natural del suelo pélvico, existen dos tipologías de ejercicios que podemos realizar antes y después del embarazo: los ejercicios de Kegel y los abdominales hipopresivos.
Para conocer el estado de nuestro suelo pélvico, así como saber cómo debemos trabajarlo según nuestras necesidades, lo más aconsejable es visitar a un fisioterapeuta experto en suelo pélvico.
Para contribuir al bienestar físico y mental de la embarazada, es muy importante que la futura mamá se mantenga activa durante los 9 meses de gestación.
El deporte puede ser un gran aliado para contrarrestar algunas de las alteraciones físicas propias del embarazo como son el aumento de peso o la retención de líquidos.
Las actividades más aconsejables durante la gestación son la natación, la bici, caminar y el yoga, ya que no suponen un riesgo ni para la mamá ni para el bebé.
Sin embargo, antes de realizar cualquier ejercicio físico, se recomienda consultarlo con un ginecólogo.
Lo más frecuente es que las futuras mamás puedan usar su ropa habitual durante los primeros meses de embarazo. No obstante, es muy probable que a partir del cuarto o quinto mes de embarazo necesite hacer algunas modificaciones en su armario.
Lo más importante será usar un sujetador que se adapte a la transformación del pecho, posiblemente mucho más grande.
En relación a la ropa, se recomienda que ésta sea ligera y holgada para no comprometer la comodidad de la futura mamá. En relación a los tejidos, se deben priorizar los naturales, ya que serán más cómodos y transpirables.
Para cuidar los pies, es muy importante llevar zapatos cómodos y agradables, evitando el uso de tacones siempre que sea posible.
Una preocupación común entre las mujeres embarazadas es en relación a la toma de medicamentos. Lo más importante es saber que, antes de tomar cualquier fármaco, es imprescindible consultarlo con un profesional médico.
Existe una clasificación de medicamentos (de clase A, B, C y D) que indica el riesgo que pueden suponer con respecto al desarrollo del feto. Según esta ordenación, las embarazadas sólo pueden tomar los de clase A y B, ya que los de clase C y D pueden derivar en problemas graves para la mamá y el bebé.
Es vital remarcar que la automedicación puede ser muy peligrosa, por lo que es indispensable tener prescripción médica antes de comprar cualquier medicina.
Durante el embarazo es normal que el organismo sea más susceptible de sufrir infecciones como consecuencia de una bajada en las defensas. Para prevenirlo, es vital mantener una higiene bucal óptima.
Los cambios orgánicos que se producen en el cuerpo de la gestante pueden favorecer la aparición de problemas como la gingivitis o las caries. Estas infecciones bucales pueden afectar directamente el feto, ya que está conectado con la mamá a través del cordón umbilical.
Para prevenirlo, es importante ir al dentista ante cualquier signo de infección bucal. Asimismo, también se recomienda que las mujeres que estén planeando un embarazo se aseguren de hacerse una revisión dental antes de quedarse embarazadas.
El embarazo es un periodo mágico pero también muy delicado para la mujer. Para garantizar una buena salud de la futura mamá durante el los 9 meses de gestación, es primordial que su ginecólogo, su obstetra, su nutricionista o su dentista sean entendidos como aliados para afrontar el embarazo con total seguridad y confianza.
Si quieres más información sobre cómo evoluciona el cuerpo de la mamá y el feto durante la gestación, ¡descúbrelo en nuestro calendario del embarazo semana a semana!