Cuándo ir al ginecólogo por primera vez y cómo es la visita

Publicado por: Ángel Amilibia Hergueta  |  ISNI: 0000000517782974

Una visita ginecológica genera muchas inquietudes a las chicas que deben realizarla por primera vez. Por un lado, está la duda sobre cuándo empezar a ir al ginecólogo si te sientes sana y sin nada que consultar. Por el otro lado, existen incertidumbres sobre cómo será esa visita, qué pruebas se realizarán o cómo será el trato con el personal médico.

¿Cuándo es necesario ir al ginecólogo por primera vez?

No hay una edad fija a partir de la cual sea imprescindible acudir a una visita ginecológica por primera vez. De hecho, solo hace falta fijarse en que las chicas tienen su primera regla y se desarrollan en edades diferentes.

Durante la adolescencia no es obligatorio acudir al ginecólogo. Sin embargo, es muy recomendable realizar la primera visita durante ese periodo, por ejemplo cuando baja la primera regla, ya que servirá para solucionar todas las preguntas que se tengan, sobre todo referentes a la menstruación o las relaciones sexuales, y comprobar que todo funciona correctamente.

No hay que tener vergüenza, ya que quien hay delante es una persona profesional que solo busca aconsejarte y que ve cada día personas como tú.

Sí que es necesario realizar tu primera visita ginecológica cuando se sienta alguna molestia o síntoma que requiera una solución y cuando se mantienen relaciones sexuales por primera vez.

A partir de la primera visita es muy aconsejable realizar una revisión ginecológica anual. Es la mejor manera de cuidarte y detectar a tiempo cualquier complicación para solucionarla de inmediato. 

¿En qué consiste la primera visita ginecológica?

Normalmente, la primera visita ginecológica sirve para conocerte y crear tu historial médico. Las preguntas para formar ese historial suelen ser las siguientes:

• A qué edad se tuvo la primera regla.
• Si se usa compresas, tampones o ambos.
• Si se ha mantenido relaciones sexuales. En caso afirmativo, qué método anticonceptivo se usa.
• Cómo son las menstruaciones (periodo que transcurre entre ellas, la cantidad de pérdida de sangre, si provoca dolores, etc.).
• Si se ha estado embarazada.
• Haber sufrido alguna enfermedad grave.
• Antecedentes de enfermedades en la familia.
• Operaciones anteriores.
• Alergias.

Si tienes menos de 18 años, no has mantenido relaciones sexuales, ni tienes problemas con la regla ni en tus zonas íntimas, es posible no resulte necesario una exploración física.

Si se requiere una revisión física, se explorarán los senos y la vulva. Para la parte de las mamas, se intentará localizar bultos anormales, aunque debes saber que el cáncer mamario es muy poco frecuente en mujeres jóvenes. También sirve para tranquilizar sobre irregularidades o asimetrías, algo muy común en adolescentes.

Para la zona de abajo se realizará un examen pélvico exterior e interior. En la parte interna se usará un espéculo y el tacto manual con guantes para poder comprobar todos los órganos correctamente. Dependiendo de la edad y de si se ha mantenido relaciones sexuales o no, puede que la exploración no se haga completa.

Otra prueba que se suele realizar en la primera visita ginecológica, sobre todo si se tiene una edad un poco avanzada, si se notan molestias o si se ha perdido la virginidad, es la citología. Se trata de introducir un pequeño cepillo para obtener células y estudiarlas en busca de infecciones o células precancerosas.

También es posible que se realice una ecografía, sobre todo si el motivo de la visita son los dolores persistentes.

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Otro punto importante es que puedes elegir tu médico, tanto si prefieres que sea un hombre o una mujer, algo difícil de pedir si vas por lo público.