Resonancia Magnética de Tórax

Resonancia magnética en el pecho

Una resonancia magnética es un examen que consiste en obtener imágenes en dos y tres dimensiones usando un campo magnético potente y ondas de radio. No se usa radiación, de manera que realizar la prueba no comporta riesgos de salud.

En la zona del tórax convergen muchos órganos relevantes para el buen funcionamiento del organismo, así que es imprescindible tenerlos controlados.

¿Cómo es una Resonancia Magnética de Tórax?

El paciente debe estirarse en una camilla, normalmente boca arriba, y se le introducirá a la máquina encargada de realizar la resonancia magnética. Es importante que mientras se estén realizando las imágenes, la persona explorada se esté lo más quieta que pueda. La cabina tiene forma de tubo y está abierta por los extremos.

La prueba suele durar entre 20 y 45 minutos y es probable que se haga uso de un tinte llamado contraste para observar mejor algunas zonas en las imágenes. Antes de administrarlo se preguntará si se tiene alergia a esa sustancia e insuficiencia renal, así como que no se tiene ningún objeto de metal en el cuerpo, como podrían ser prótesis, clavos o un marcapasos.

El contraste es un servicio que debe ser prescrito previamente por tu Doctor y no está incluido en el coste indicado. Si tu resonancia debe ser con contraste, contacta con nosotros para informarte de las opciones disponibles.

¿Para qué sirve una Resonancia Magnética de Tórax?

Se puede solicitar una resonancia magnética torácica, entre otras cosas, para:

• Aclarar radiografías o TAC con resultados confusos.
• Analizar malformaciones linfáticas y vasculares del tórax.
• Evaluar masas anormales que podrían ser cáncer de pulmón.
• Evaluar trastornos de los huesos del tórax y de los tejidos blandos de la pared torácica.