¿Qué ocurre en la semana 7 del embarazo?
7 semanas de embarazo
La mamá: Hace ya tres semanas que no te viene la menstruación, así que si todavía no has acudido a un ginecólogo, es el momento adecuado para hacerlo y confirmar si estás embarazada con una ecografía. Se recomienda hacer esta primera visita de confirmación entre la semana 6 y la 7 de embarazo y evitar contratiempos en una etapa tan sensible del embarazo.
Una vez el doctor te indique que el embarazo sigue adelante, no olvides que el primer trimestre es donde se producen el mayor número de abortos espontáneos, así que deberás cuidar tu salud, ¡ahora ya no estás sola!
Es importante recordar que el consumo de alcohol y tabaco es incompatible con un desarrollo sano del bebé. Además, se debe disminuir la ingesta de bebidas excitantes como el café y el té, ya que pueden aumentar el riesgo de aborto. En cuanto a la alimentación, es importante limpiar bien los alimentos que se ingieran crudos, cocinar bien las carnes, los pescados y los huevos y asegurarnos que los lácteos estén elaborados con leche pasteurizada.
Como ya habrás notado, las náuseas y los vómitos son cada vez más habituales. Muchas mujeres los sufren por la mañana, justo después de levantarse. Si es tu caso, no te preocupes, entra dentro de los síntomas habituales de un embarazo. De todas formas, si crees que tu caso tiene alguna peculiaridad, no dudes en visitar a un ginecólogo, el profesional podrá indicarte si existe alguna solución.
Aumento de peso
Puede ser que en la semana 7 de embarazo ya empieces a notar un ligero aumento de peso.
El bebé: Como en las semanas anteriores, el bebé crece a ritmo vertiginoso. En la semana 7 de embarazo la organogénesis, proceso por el cual se van formando los órganos, sigue adelante y ya se distinguen los bracitos y las piernas. Su corazón ya late y el esqueleto empieza a tomar forma. Su carita también empieza a tomar una apariencia normal y dentro de poco empezará a sobresalir la nariz.
En la séptima semana también se empieza a formar el cerebro del embrión y sus hemisferios.
La placenta sigue formándose para poder aportar los nutrientes y oxigeno necesario al bebé, proceso que durará hasta el tercer o cuarto mes.
En esta etapa del embarazo, tu futuro bebé tiene el tamaño aproximado de un arándano o un garbanzo.