¿Por qué no se queda embarazada?
8 causas de infertilidad masculina
Cuando una pareja no consigue un embarazo, se suele relacionar con la incapacidad de concebir de la mujer. Sin embargo, existen muchos casos donde la infertilidad de origen masculino es la responsable de la no consecución del embarazo.
Aunque, en muchas ocasiones, la infertilidad masculina viene derivada por una mala calidad del esperma, existen otras causas que pueden dificultar que la mujer se quede embarazada.
A continuación te explicamos 8 causas de infertilidad masculina.
Espermatozoides de mala calidad
La causa de infertilidad masculina más común es la mala calidad del esperma. Para determinar si existe algún problema con los espermatozoides, se suele solicitar un espermiograma o seminograma de fertilidad. Esta prueba permite analizar la cantidad (se considera correcta a partir de 50 millones de espermatozoides por ml), la morfología (analizar si la cabeza, el cuello y la cola son normales) y el nivel de movilidad (se considera normal cuando un 60% de los espermatozoides se mueven).
Alteraciones genéticas de los progenitores
Igual que en el caso de la mujer, las alteraciones cromosómicas son una de las causas de infertilidad masculina más habituales. Existen ciertas mutaciones que, aunque no se manifiesten a nivel externo, pueden impedir el buen desarrollo de un embarazo. Cuando se producen varios abortos espontáneos, se recomienda que ambos miembros de la pareja se realicen un análisis del cariotipo en sangre periférica. Este simple análisis de sangre permite tener una fotografía del genoma humano y detectar posibles alteraciones genéticas que puedan afectar a la fertilidad.
Edad del progenitor
Directamente relacionado con la calidad del esperma, la edad del futuro papá también condiciona la fertilidad masculina. Igual que la mujer, los hombres también tienen un reloj biológico y, a partir de los 40, los riesgos asociados a tener un bebé van en aumento. Estudios indican que los hijos de padres de más de 40 años tienen más probabilidades de desarrollar mutaciones o enfermedades como el autismo.
Problemas de eyaculación
La disfunción eréctil (impotencia), la eyaculación precoz o la eyaculación retrógrada son algunos problemas que pueden afectar a la vida sexual de una pareja y, consecuentemente, a su fertilidad. La disfunción eréctil es la incapacidad de llegar o mantener una erección; la eyaculación precoz se produce cuando el hombre eyacula antes de penetrar en la vagina; y la eyaculación retrógrada se produce cuando la expulsión de semen se produce hacia dentro (hacía la vejiga) y no hacia la vagina. En estos casos, se recomienda visitar a un andrólogo, experto en salud sexual masculina.
Malos hábitos
El sedentarismo, el tabaco, el consumo de alcohol, una mala alimentación o el estrés son hábitos que pueden disminuir el nivel de fertilidad de un varón. Asimismo, un peso muy elevado o muy por debajo de los valores recomendados también puede traducirse en infertilidad masculina. Otro hábito que puede repercutir en la capacidad de concepción es el consumo descontrolado de medicamentos.
Problemas hormonales
El problema hormonal más común en los hombres es un déficit de la hormona testosterona. Unos niveles bajos de esta hormona pueden afectar directamente a la calidad de la erección, por lo que se recomienda realizarse un análisis de testosterona total y libre si se busca un embarazo. Además, también puede aumentar el cansancio y disminuir deseo sexual. Otras alteraciones hormonales comunes son los problemas de tiroides o el exceso de cortisol.
Uso de ropa apretada
Según estudios recientes, llevar ropa interior muy ajustada puede afectar directamente a la fertilidad masculina. El motivo es el aumento de temperatura que sufren los testículos por su proximidad al cuerpo, naturalmente más caliente que la zona íntima masculina. Este ligero aumento de temperatura puede repercutir en una menor calidad del esperma.
Enfermedades de transmisión sexual.
La gonorrea, el microplasma genital y la clamidia son las infecciones sexuales más comunes y las que más pueden dañar el aparato reproductor masculino. Las bacterias propias de estas ETS pueden afectar notablemente a la cantidad y la calidad de los espermatozoides. Para descartar la infección derivada de una enfermedad de transmisión sexual, lo más indicado es realizarse un análisis de ETS completo.
Como hemos visto, la fertilidad masculina también es un factor determinante cuando se busca un embarazo. Si tú y tu pareja lleváis más de 12 meses intentando tener un bebé y no lo lográis, puede ser una buena idea visitar al andrólogo, especialista en salud sexual masculina.